lunes, 22 de agosto de 2011
Transformaron el cielo pasivo en tormenta.
¿En que se convirtió? Transformaron el cielo pasivo en tormenta, y ahora no deja de llover en el corazón. Dagas que brotan de sus bocas se entierran como aguijón desgarrando profundo para nunca cerrar.
Activan el mecanismo de defensa, el plan de ataque y el de huida, desconocen sus miradas y tiran por la borda las sonrisas, olvidaran como hacerlas. Levantaron sus rostros inundados y en su mente no cabra nada mas que preguntas: ¿El tiempo lo descompone todo, lo arregla o lo entierra? ¿Debe haber un ganador o por que siempre hay un perdedor?
Ahora aprietan sus manos, truenan los nudillos, es el preciso momento para decir adiós. Las últimas palabras, el último roce, una última oración que por la boca se derramó...
Cada quien su camino, cada uno con el pecho vacío, cada uno su dirección. Lo que un día empezó hoy terminó. Una de mil y mas historias, diferentes actores. Intersecciones en el corazón. Un poco de valor, miedo y aceptación.
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